Así quedó el avión de Avianca.
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El Espectador

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Según El Espectador, tragedia de avión Avianca en 1989 no fue por bomba de narcos

Durante décadas atentado ha sido atribuido al cartel de Medellín.

Una falla mecánica puede haber sido la causa de la explosión hace 27 años de un avión de Avianca que volaba de Bogotá a Cali, en la cual murieron las 107 personas a bordo, y que durante décadas fue atribuida a un atentado terrorista del cartel de Medellín, revela hoy el diario colombiano El Espectador.

"Richard Hahn, el agente del FBI que visitó Colombia en diciembre de 1989 y concluyó que existían pruebas incontrovertibles de una bomba a bordo del avión de Avianca, seis años más tarde fue acusado de fabricar pruebas y no tener la experiencia adecuada en explosivos", asegura el rotativo.

El periódico publicó hoy el primero de una serie de ocho informes con pruebas en las que, según afirma, "se abre la posibilidad para considerar que pudo tratarse de una falla mecánica del avión".

El 27 de noviembre de 1989 un Boeing 727 que hacía el vuelo 203 estalló poco después de despegar del aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá y sus restos quedaron esparcidos en una amplia zona de la vecina localidad de Soacha, en el sur de la ciudad.

En aquel momento la investigación concluyó que la tragedia fue causada por el estallido de una bomba, colocada por orden del Cartel de Medellín, dirigido por el capo Pablo Escobar.

Al parecer, el motivo del atentado es que el entonces candidato presidencial César Gaviria Trujillo, iba a tomar ese vuelo, lo que finalmente no hizo.

Gaviria, que había reemplazado meses antes como candidato presidencial del Partido Liberal a Luis Carlos Galán Sarmiento, asesinado el 18 de agoto de 1989 en un acto público en Soacha, llegó a la Presidencia colombiana en 1990 en medio de una cruenta guerra de los carteles del narcotráfico contra el Estado.

Según la versión oficial, "el artefacto explosivo produjo la apertura de la pared del fuselaje inmediatamente adyacente a la silla 15F, la penetración y ruptura de las celdas del tanque de combustible central y la iniciación de un fuego a bordo", indica El Espectador.

"Una segunda explosión, causada por gases calientes, y que coincide con lo que reportaron los testigos más adelante, despedazó el avión", agrega el rotativo.

En la primera parte de su informe el periódico manifiesta que un mes después de la explosión cuatro evidencias llevaron a la Aeronáutica Civil de Colombia a concluir que había sido un "atentado terrorista".

Se trataba de "un pedazo del tanque central de combustible en el que el laboratorio del FBI detectó rastros de Semtex, un explosivo fabricado en Checoslovaquia y utilizado comúnmente por el Ejército Republicano Irlandés (IRA)", y una fracción del fuselaje de la aeronave con señales de "impactos de partículas de alta velocidad que implicaban la utilización de un explosivo".

La tercera la constituyeron "marcas y estrías de humo detectadas en el piso de la cabina de pasajeros" que se asociaron con un artefacto explosivo, y la cuarta "la presencia de tres latas de cerveza con las pestañas sin abrir, pero vacías, un detalle que los llevó a deducir que se había producido una rápida descompresión".

Sin embargo, precisa El Espectador que en 1995, Richard Hahn se convirtió en uno de los protagonistas del escándalo que sacudió la reputación del laboratorio del FBI.

"La unidad a la que pertenecía fue acusada de mala conducta y prácticas inadecuadas" y tras 18 meses de investigación "Hahn admitió que se había extralimitado en sus análisis sobre el caso del avión de Avianca".

En la explosión murieron 101 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Además, el hecho se cobró la vida de otras tres personas que se encontraban en tierra realizando labores agrícolas.

Por el atentado fue condenado a cadena perpetua en los Estados Unidos el sicario Dandenys Muñoz Mosquera, alias "La Quica", dado que dos de las víctimas eran ciudadanos de ese país.

EFE

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